Lorenzo volvió a su casa, después de muerto



Serie ‘Diez Notas Sobrenaturales’
Nota Número Dos
¡Bienvenidos!

Lorenzo entró a su casa, después de muerto


Marcos Antonio Barros Pinedo
Por Marcos Antonio Barros Pinedo

Nos encontrábamos en plena temporada de Carnaval, en la ciudad de Santa Marta. Era viernes y en pleno centro de la ciudad de Bastidas, me encontré con mi hermano, Lorenzo Rafael Barros Pinedo.

Entramos a un establecimiento de juegos de billares. A mí hermano le gustaba mucho el juego de billar, al llegar encontró a un contrincante y jugó varias partidas apostando dinero. ¡Todas las ganó!

Cuando terminó, eran como las 4:00 de la tarde y le dije a mi hermano: "Encho me voy mañana sábado para Riohacha. Necesito que me regales los pasajes". De inmediato me los dió y me dijo:

"Yo, también me voy mañana para Barranquilla. Quiero pasar el Carnaval allá, con varios amigos que tengo".

Nos despedimos y Lorenzo se fue para su habitación y yo tomé rumbo hacia donde estaba hospedado en el barrio 'Pescadito', en la residencia de Mercedes Serpa. Efectivamente, el sábado de Carnaval regresé a Riohacha, por la vía de Valledupar.

Durante el viaje me sentí muy preocupado porque ví a mi hermano con un estado de ánimo muy bajo, muy a pesar que el ambiente que se vivía en ese momento era de alegría y jolgorio por las fiestas de Carnaval.

También me sorprendió que le pedí que me regalara el reloj que tenía puesto en su mano derecha, un 'Mido Multiford' suizo, pero me lo negó. Sin embargo, no le di importancia a lo sucedido.

Aquí en Riohacha, nos metimos de lleno en la fiesta del Carnaval, pero el destino nos tenía guardada una sorpresa muy triste para mi madre Rita Pinedo y todos mis hermanos.

Era el martes de Carnaval 27 de febrero, cuando me levanté temprano en mi casa de la calle 9 número 6 - 21. La puerta principal ya estaba abierta recibiendo el aire puro.

De manera inesperada ví que mi hermano Lorenzo Rafael Barros Pinedo, entró rápido a la casa y siguió raudo hacia el aposento en dónde se encontraba mi mamá.

Me sorprendí. Primero, porque lo saludé y no me contestó. Segundo, porque lo vi vestido con un pantalón azul y una camisa blanca, la misma que tenía, cuando nos despedimos el viernes de Carnaval, en Santa Marta. Tenía puesto el reloj Mido Multiford, que no me quiso regalar.

Desde la sala le dije en voz alta a Rita Pinedo: "Mamá, Lorenzo, acaba de llegar de Santa Marta. No viajó a Barranquilla, a pasar el Carnaval. Debe estar cerca de usted, porque entró rápido para el aposento".

Mi mamá respondió: "Marquito, aquí en mi aposento no ha entrado Lorenzo", y yo le contesté:

"Sí entró, porque lo ví. Lo saludé y no me respondió. De pronto usted no me escuchó, porque todavía estaba durmiendo".

Mi mamá y yo nos quedamos pensativos y a la vez preocupados. ¿Cómo fue que Lorenzo Rafael Barros Pinedo, entró a su casa y desapareció como por arte de magia?, nos preguntamos.


Que Dios lo tenga en su Santo Reino

No pasó una hora cuando desde la ciudad de Santa Marta nos llamaron vía telefónica para decirnos que mi hermano Lorenzo Rafael, fue asesinado cuando se divertía en una fiesta en el barrio 'Enrique Olaya Herrera', más conocido como 'Pescadito'. Le quitaron la vida por un problema pasional.

Discutió con los hermanos de su novia y nunca pensó que podría ser asesinado. Al momento de la discusión, Lorenzo Rafael estaba desarmado. Algo inusual en él. Nunca salía desarmado.

Esa noche del lunes, para amanecer el martes de Carnaval, dejó el arma guardada en su habitación, porque sólo pensaba divertirse al lado de su novia, que lo vió caer al piso, cuando recibió los balazos, que en fracciones de segundos le cegaron la vida.

Cuando la noticia ya estaba confirmada y el cadáver de mi hermano se encontraba en el anfiteatro de Santa Marta, le correspondió a mi hermano José María Barros Pinedo, viajar hacia esa ciudad en una ambulancia del Distrito de Obras Públicas, porque 'Chema', se desempeñaba en esa época como funcionario de la antigua Zona de Carreteras, adscrita al Ministerio de Obras Públicas.

A Lorenzo Rafael Barros Pinedo, se le dió cristiana sepultura en el Cementerio Central de su tierra natal, Riohacha.

Es importante anotar que el destino es un punto de llegada en la marcha misteriosa de la vida. ¿Conocerlo?  ¡Ahí es donde está el detalle!

Por ello, y ante el crimen de Lorenzo Rafael Barros Pinedo, me hice el siguiente interrogante:

¿Será que si 'Encho' hubiese viajado a pasar el Carnaval a Barranquilla, como me lo manifestó en Santa Marta el viernes de Carnaval, no habría perdido la vida, a manos de criminales? 

Sólo Dios Todopoderoso tiene la respuesta. Cómo se pasa de rápido el tiempo.

¡Qué importante es Recordar, así sean episodios muy tristes. Y... ¡Pare de Contar!

Título Original: 'Lorenzo entró a su casa, después de muerto'

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