¡Tres días después!... Una historia que usted deberá leer, para creer

Vi a Apolinar Socarrás caminando por las calles de Riohacha, cuando ya tenía tres días de fallecido

Serie ‘Diez Notas Sobrenaturales’
Nota Número Seis


¡Bienvenidos!



 Marcos Antonio Barros Pinedo
Por Marcos Antonio Barros Pinedo

¡Esto fue cierto!

Apolinar Socarrás fue una persona muy humilde, trabajador, inquieto y dueño de un gran sentido del humor.

Tuve la suerte de ser su amigo, muy a pesar que era mucho mayor que yo.

Recuerdo que en una oportunidad y cuando Puli era conductor de la ambulancia de la Cruz Roja Colombiana en el Distrito de Riohacha, fue el encargado de llevar en muy mal estado de salud a mi amigo José Víctor Rodríguez Gutiérrez, a la ciudad de Cartagena, para una atención médica de gran envergadura, debido a un disparo que se propinó accidentalmente en una de sus piernas, con una pistola nueve milímetros.

Acompañé a Puli en esa misión humanitaria

En Cartagena no lograron hacer gran cosa por la salud de José Víctor Rodríguez Gutiérrez, y regresó días después para el Distrito de Riohacha.

Entonces, la salud de José Víctor Rodríguez Gutiérrez, empeoró, y sus familiares optaron por trasladarlo a la ciudad de Maracaibo (Venezuela). También acompañé a Puli y a José Víctor. Lo dejamos internado en el Hospital General de Maracaibo.

Al final, ni en Cartagena ni en Maracaibo lograron que José Víctor Rodríguez Gutiérrez conservar su pierna, y con el transcurrir de los años, murió.

Pero, lo importante de esta nota es que logré hacerme buen amigo de Apolinar Socarras, y donde nos encontrábamos hablábamos de esos viajes a Cartagena y Maracaibo.

Pero les cuento que duré un buen tiempo sin ver a Apolinar Socarras. Cierto día cuando caminaba por la calle 10 con carreta siete, ví a Puli’, que iba muy apresurado rumbo al Mercado Viejo y desde unos 20 metros lo saludé en varios oportunidades en voz alta, pero no me contestó. Ni siquiera miró hacia atrás para ver a quién lo saludaba.

Cómo tenía un buen tiempo que no veía a Puli, lo seguí también de manera apresurada para saludarlo y darle la mano y un abrazo, y... ¿por qué no?, para recordarle los dos viajes que hicimos, el primero a Cartagena y el segundo a Maracaibo, en la ambulancia de la Cruz Roja.

Pero, Apolinar caminó rápido y logró entrar en una súper tienda que está ubicada en la calle 12 con carrera sexta, de propiedad de Idílides Mena. Entré allí, con el afán de saludar a Puli.

Cuál sería mi sorpresa cuando entré a la súper tienda, que estaba llena de muchos clientes, y le pregunté a una de mis amigas que estaba de compras:

¿De casualidad vistes a Puli Socarras que acaba de entrar a aquí, y lo he seguido porque quiero saludarlo? 

Mi amiga Dorila Pérez me respondió: “No. Yo no he visto entrar a Puliy luego recalcó con cierta ironía:

¿Marquito, será que tú me estás tomando el pelo... O será que tú no sabes que Apolinar Socarrás murió, y hace tres días fue sepultado?

¡Quedé frío!  y sólo atiné a decir:

Dorila, puede que me estés diciendo la verdad, pero ví a Apolinar Socarras entrar a este negocio hace varios minutos. No es cosa de tomarte el pelo o mamarte gallo. Te pido excusas y olvidemos lo sucedido.

Esa situación se presentó en horas de la tarde. De la súper tienda salí rumbo al parque Almirante José Prudencio Padilla. Allí me encontré con varios amigos y les pregunté si era cierto que Apolinar Socarras Puli’, había muerto.

Al unísono me respondieron: Si es verdad , Puli murió y fue sepultado hace tres días.

Con esta información quedé tranquilo y acepté que ví a Apolinar Socarras, caminando por las calles de Riohacha y entrando a una súper tienda, después de tres días de haber dejado el mundo de los vivientes.

¡Cómo pasa de rápido el tiempo. Qué importante es recordar. Y ... Pare de Contar!

Título Original: Vi a Apolinar Socarrás caminando por las calles de Riohacha, cuando ya tenía tres días de fallecido

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